Tormenta subtropical Alberto
Temprano el lunes 21 de mayo apareció
Alberto en escena como tormenta subtropical cerca de las costas de
Belice. Una semana después alcanzó su intensidad máxima con
vientos de hasta 100 km/h. Alberto produjo fuertes lluvias en Cuba
donde dejó cuatro muertos. A su paso por los Estados Unidos causó
otras tres muertes y aunque no llegó a ser un ciclón totalmente
tropical, pues se debilitó antes de tocar tierra cerca de la
península de La Florida, nos queda la preocupación de su presencia
aun antes de iniciarse la temporada ciclónica del 2018, como
preámbulo de lo que podría suceder entre el primero de junio y el
al 31 de noviembre.
Tormenta Tropical Beryl.
Tras un mes de relativa tranquilidad
meteorológica el 3 de julio comenzó a ser rastreada una onda
tropical sobre el Atlántico oriental, lugar donde de costumbre se
desarrollan ciclones tropicales. Dos días después se organizó en
depresión y en poco tiempo alcanzo el certificado de huracán
categoría uno con el nombre de Beryl. A pesar de su designación
como huracán, pero sin condiciones de desarrollo, el día 7 de este
propio mes se debilitó a tormenta tropical que en su avance hacia el
occidente trajo abundante lluvia para la región oriental de
Cuba,pero sin otras consecuencias.
Tormenta
tropical Chris.
Casi unas horas antes de iniciarse el
monitoreo de la onda tropical Beryl el 3 de julio, apareció en las
pantallas de los radares una onda de baja presión cerca de las islas
Bermudas que gradualmente se fue definiendo para pasar a depresión
tropical. El 8 de julio, frente a las costas de Carolina del Norte,
en los Estados Unidos, ya como ciclón recibió el nombre de Chris.
Esta tormenta que se mueve lentamente hacia el noreste internándose
en aguas del Atlántico, aunque ya para esta fecha origino un muerto
frente a las costas de los Estados Unidos.
La probabilidad de los pronósticos.
Si tomamos en consideración la presencia
de estas perturbaciones en apenas los dos primeros meses de la actual
temporada ciclónica, muy bien podemos concluir que el actual periodo
será activo y aun por encima de lo normal, pronostico de hecho
compartido por los Centros Meteorológicos de nuestra región
geográfica.
Es oportuno señalar que los pronósticos,
cualquiera que sea su fin, son predicciones o vaticinios sobre la
evolución de un proceso o de un hecho futuro a partir de criterios
lógicos o científicos, aunque su certeza y valor tiene solo un
margen de probabilidad. En la Meteorología y a pesar de los avances
científicos alcanzados, aún es muy difícil conocer con meses de
antelación si un ciclón tropical afectará
o no alguna región determinada.
Es mejor estar preparados.
En una reciente información ofrecida a la
prensa por el Dr, José Rubiera, Director del Centro Nacional de
Pronósticos del Instituto de Meteorología, dijo; “que una
temporada se pronostique normal o activa, no significa nada para un
punto o lugar específico. Mejor ocupémonos de estar siempre
preparados”.
Rubiera coloco los ejemplo de la temporada
ciclónica de 1963, la cual no fue activa (solo 9 ciclones
tropicales), pero ese año los huracanes Edi h y Flora provocaron
graves daños en el Caribe. En el 1995 la temporada fue
particularmente violenta, hubo un total de 21 ciclones (19 nombrados
y 2 depresiones). Sin embargo, ninguno cruzó por nuestro país.
Recordó Rubiera que mientras en el 2003 hubo 16 ciclones en el
Caribe sin que nuestro país fuera azotado por ninguno de ellos, en
el 2008 también se formaron 16 ciclones y nos golpearon 3 de ellos,
que por cierto fueron intensos.
Lo que podría aportar El Niño.
Para esta temporada se prevén
14 tormentas tropicales - subtropicales con nombre, comenzando por
las ya conocidas Alberto, Beryl y Chris. Otras 7 tormentas se
convertirían en huracanes, incluyendo 3 de gran intensidad. Tampoco
los expertos prevén
el desarrollo de un evento El Niño, suceso climático siempre
significativo en el verano y el otoño y que es
un fenómeno climático que se genera en la región ecuatorial del
Pacífico e impacta contra el continente americano, ocasionando
fuertes y dramáticos cambios en el clima de la región
intertropical.
Se prevé que este año la presencia del
fenómeno de El Niño podría producir una temporada de huracanes
ligeramente por debajo del promedio en el océano Atlántico, Golfo
de México y el Caribe, debido a que los fuertes vientos del oeste
representan un patrón climático definido para el calentamiento de
las aguas del océano Pacífico, lo que impide que las nacientes
tormentas se desarrollen, sin embargo los meteorólogos conocen que
en los actuales procesos de cambio climático, cualquier cosa podr
suceder. .
No hay comentarios:
Publicar un comentario