Un
estudio publicado en la revista Nature, en el que participa la
Universidad de Alcalá, España, echa por tierra la suposición común
de que los árboles ralentizan su tasa de crecimiento a medida que
envejecen y se hacen más grandes.
Por
el contrario, su desarrollo continúa acelerándose con el tiempo,
incrementando asimismo su capacidad de acumulación de CO2. Un equipo
internacional de investigadores ha compilado medidas de crecimiento
de 673.046 árboles pertenecientes a 403 especies de regiones
tropicales, subtropicales y templadas a lo largo de los cinco
continentes, calculando las tasas de crecimiento de biomasa para cada
especie para después analizar la tendencia en las 403 especies.