La
bahía de Nuevitas, una de las más importantes del país por su
geografía y movimiento económico, sufrió por años la
contaminación debido a los resultados de un desarrollo industrial y
explotación pesquera que colocaron en peligro su integridad
medioambiental.
Ese
rápido proceso limitó las posibilidades de aplicar una estrategia
de protección sostenible, complicado con los vertimientos
arrastrados por las aguas del río Saramaguacan, cuya cuenca
desemboca en un extremo de la bahía con aguas procedente de lugares
tan alejados como el norte del municipio Camagüey y las llanuras de
Sibanicú. Ante el alerta emitido por los especialistas del
Ministerio de la Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y aun de los
propios pobladores del entorno, el Estado cubano se comprometió en
un programa de recuperación de lucha contra la contaminación como
forma de facilitar los recursos necesarios para la Planificación
Económica de las inversiones ambientales.
En
días pasados la central termoeléctrica 10 de Octubre, fue sede del
Taller “Por una bahía saludable” evento anual insertado por el
CITMA en la agenda que conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente
con un programa extendido desde abril a julio. Sobre este tema la
especialista principal, en el municipio nuevitero, la Msc. Georgelina
Moré Fundora, dijo a la prensa que en este año el Taller Científico
se encaminó en especial a que aquellas empresas que no concluyen sus
compromisos con los los sistemas de tratamiento se pronuncien por
terminarlos o iniciarlos.