Fotos, Orlando Durán Hernández
Con sede en el Museo de la Canoa, abierto en la ciudad de Sancti Spiritus, lugar que guarda recuerdos y testimonios de la histórica expedición internacional del Amazonas al Caribe, un grupo de 18 campesinos y campesinas de la comunidad Pozo de Vilató, en la Sierra de Cubitas, asistieron al Seminario de Introducción a la Permacultura ofrecido por facilitadores de la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre.
La delegación cubitera intercambió experiencias por cuatro días con permacultores de espacios de aquella ciudad, La Sierpe y Jagüey Grande, en temas vinculados a diseños de áreas cultivadas, Patrones de la Naturaleza, Zonas y sistemas, Ecología, Aprovechamiento y uso del agua y temas medio ambientales.
En l En la actualidad, los huertos urbanos y comunitarios cobran especial importancia en todo el mundo por constituir un recurso fundamental paras diversificar la alimentación, acercar la producción agrícola a las grandes urbes y constituir una magnifica entrada económica a sus cultivadores.
Poz Pozo de Vilató, con algo más de 1 000 habitantes se encuentra llamado a destacarse en esta actividad donde el aprovechamiento de los recursos naturales, su uso racional y sostenible, puede demostrar que si hay voluntad política los gobiernos municipales logran integrar la agricultura urbana al planeamiento urbano.
Los Los lugares verdes en patios y pequeñas parcelas pueden también cultivan flores, plantas medicinales, y animales de corral, así como la elaboración de algunos productos en industrias artesanales con el aprovechamiento de ingredientes naturales cultivados en sus huertos.
El impulso hacia la agricultura urbana en nuestro país fue una respuesta de Cuba a las carencias de alimentos debido al “Periodo Especial” de los inicios de la década de los noventa cuando con la caída del socialismo en Europa del Este, la nación cubana se quedó sin las importaciones subsidiadas de primera necesidad para el agro, por lo que las agroindustrias cubanas quedaron reducidas a su mínima expresión.
En esas circunstancias la isla no tuvo otra opción que utilizar todo su espacio disponible para plantar hortalizas y alimentar a su población, por lo que en pocos años Cuba estaba produciendo en sus huertos orgánicos tanto como con su sistema agrícola industrializado de los años ochenta. La única diferencia fue que ahora los cubanos comían alimentos mucho más saludables gracias a los vegetales frescos.
Además, esta transformación puso los medios de producción en manos de las comunidades, y no en manos de las burocracias estatales.
Los logros de los huertos urbanos son inmediatos y obvios para aquéllos que de otra manera no tendrían ningún acceso a frutos y vegetales y frescos, ya no digamos a productos orgánicos locales.
La idea es comenzar con plantas que crecen muy rápido, propiciando que los cultivadores vean los beneficios en su dieta y en los ingresos lo más pronto posible.
El concepto de la Permacultura es desarrollar asentamientos humanos sustentables en armonía con la Naturaleza, aprovechando los recursos del medio natural y garantizar su soberanía alimentaria, al producir y consumir lo que sean capaces de cultivar y reproducir a partir del principio de que ningún asentamiento humano es sustentable si no tiene garantizada su base alimentaria.
La FANJNH que trabaja hasta
ahora en ocho Provincias del
país, al acoger el proyecto de
Pozo de Vilató, destaca el
especial entorno de esa
zona,incluyendo una cultura
particular donde incluso las
viviendas, construidas con
guano y maderas locales
rodeadas de jardines y frutales,
constituyen aspiración de
muchos proyectos de Permacultura en otros lugares del mundo.
Hasta la fecha la presencia camagüeyana en el Programa de
Permacultura de la FANJNH transita por las fases de introducción y
diseño, como la elaborada para Pozo de Vilató, espacios verdes en
Najasa y áreas urbanas de la ciudad de Camagüey.
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