Quién
lo diría, hace apenas cinco años los radares meteorológicos
acechaban cada día las nubes en busca de una oportunidad para
anunciar la llegada de las lluvias. Hoy buscan una brecha entre las
vaguadas para un respiro a tanta tormenta e inundaciones en el país.
Hasta los finales del 2017 nuestra provincia debió enfrentar cuatro
años de tan intensa sequía que hizo descender hasta un peligroso
24% el llenado de los embalses.
Dramatismo
aparte, el ciclón Irma en septiembre de ese año nos hizo el favor
de aumentar la capacidad de llenado de los embalses en poco tiempo y
en una secuencia de película se avecindaron lluvias que ya, y en lo
que nos va de este año, se logra una recuperación importante en
todos los embalses de la provincia