El instinto de conservación que necesitamos.



Una reflexión contenida en un discurso pronunciado en el 2001 por el Comandante en Jefe, señalaba que; “otro orden mundial diferente, más justo y solidario, capaz de sostener el medio natural y salvaguardar la vida en el planeta, es la única alternativa posible. Por ello, más que nunca el instinto de conservación de la especie tendrá que hacerse sentir con toda su fuerza”.
Es este elemental instinto de conservación quien ha hecho volver los ojos a la búsqueda soluciones que puede ofrecernos la experiencia y la ciencia humana, no tanto para enfrentar las fuerzas de la Naturaleza con la que hemos convivido por milenios, sino para colocarnos a resguardo de las vulnerabilidades que hoy parecen cercar a la especie humana.
 

Los cambios climáticos que se suceden cada vez con mayor violencia y continuidad cabalgan sobre las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera que con alteraciones en los ciclos estacionarios arrastran sequías, inundaciones, fenómenos meteorológicos extremos, deshielos, agresiones del nivel medio del mar, salinización de las aguas e incremento de la temperatura de los océanos. Todo esto sin que aun las investigaciones nos digan si acaso sismos y volcanes están involucrados en este descompasado pulso de nuestro planeta.
Por otra parte como el clima es el gran abrigo de la Tierra bajo el cual se cobija la vida en todas sus formas y estilos, estos cambios facilitan el resurgimiento de enfermedades y la surgencia de otras, sin excluir brotes de nuevo tipo. Los azotes de la hambruna, las guerras de rapiña y aun las convulsiones políticas tienen también una agenda de viaje en esta pagina.
Es por ello que planteada así la realidad, nuestro país ha trazado programas para adoptar medidas de adaptación a estos cambios, y ellas constituyen un principal conjunto de acciones que necesitan ser realizados con el enfoque integrado de la ciencia a fin de hacer intervenir desde los necesarios enfoques de la economía hasta la cultura social, tanto en formas de vida como en la preservación del ecosistema, generalmente alterado por el quehacer humano.
 De ello y en estos escenarios se articula la Tarea Vida (Plan de Estado Cubano para el Enfrentamiento al Cambio Climático), con esa urgente necesidad de intercambiar experiencias y colaborar en todas las acciones dirigidas a mitigar los efectos del cambio climático con un frente len la rica diversidad de la ciencia cubana.
En la provincia de Camagüey se le presta especial atención en este programas a la zona costera del municipio de Sierra de Cubitas, tramo fangoso y parcialmente inundado, poco resistentes a la erosión y por tanto vulnerable a los eventos hidro meteorológicos extremos.
Según estudios publicados por el Ministerio de la Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente en esta provincia, entre el 80 y 90% del tramo costero cubiteño los pastos marinos se encuentran muy afectados debido a la turbieza por suspensión de sedimentos en zonas más cercanas a la costa y la salinización en la Bahía de La Gloria que, según el documento, clasifica como alta, por lo que se debe proteger las comunidades situadas en las cotas mas bajas y por tanto amenazadas por eventos frecuentes de oleaje extremo y aumento de la salinidad de las aguas superficiales y subterráneas.
Por otra parte en el propio municipio existen peligros de inundación en tres de sus cinco consejos populares en caso de intensas lluvias. Por penetraciones del mar en caso de huracanes, las áreas afectadas en La Gloria, podrían ser de hasta 13 km2 para un huracán de categoría 1; 22.9 km2 para la categoría 3 y 32.1 km2 para la categoría 5.
Debido a su peculiar geografía, añade el documento de referencia, el riesgo ante fuertes vientos en el municipio tiende a ser alto. Los consejos populares con mayor riesgo son las zonas montañosas de Vilató, y Comunidad Cubitas; en las llanuras interiores, Sola 2, y para el borde marino La Gloria. En general; todas las zonas de defensa presentan alto riesgo ante los fuertes vientos a partir de un un huracán de categoría 2.
Como resultado del huracán Irma, en el municipio Sierra de Cubitas se contaminaron las aguas marinas en Playa Piloto; 56 viviendas sufrieron derrumbes totales; 1 222 personas asistidas con viviendas afectadas; numerosos suelos dañados por erosión y la elevación del nivel del mar
Señala ademas este análisis que en aquel municipio no se cumplen requerimientos de la legislación ambiental al permitirse la disposición final de desechos sólidos en lugares no autorizados, así como falta de ejecución de las medidas preventivas y de preparación de los planes de medidas para casos de desastres,
Estos ejemplos señalan para ese municiono, como para cualquier otro territorio, la necesidad de dar suma atención a la adopción a tiempo de medidas de adaptación al cambio climático en realidad reto para los países en desarrollo debido a limitaciones técnicas y económicas, pero tomar medidas a tiempo siempre tiene efecto positivo en la sociedad si se enfrentan con energía las las amenazas climáticas actuales.

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