La Casablanca nos debe un cambio de bombillos.


EL pasado 1 de septiembre, entró en vigor la normativa de eficiencia energética en los países de la Unión Europea que exige a los fabricantes de bombillas no distribuir más en el mercado lámparas incandescentes de 60W. El objetivo, nos dice el cable de prensa, es ir sustituyendo progresivamente las bombillas incandescentes por sistemas de iluminación de bajo consumo, que ahorran energía, son más duraderos y respetuosos con el medio ambiente, añaden los especiaslistas .
 
Expertos y la propia UE afirman que existen diferentes ventajas contrastadas una vez que se sustituye el alumbrado convencional. El ahorro en el consumo eléctrico es una de ellas, lo que supone una economía en euros en la factura de la luz a corto plazo para el ciudadano. La iluminación eficiente utiliza entre un 50% y un 80% menos de energía que una bombilla incandescente para producir la misma cantidad de luz. Una bombilla de bajo consumo de 15W, por ejemplo, equivale a una bombilla incandescente que consume 60W.


"Un 95% de la energía que consume una bombilla incandescente de 100W se traduce en calor. Únicamente el 5% se convierte en luz. Esto hace que la incandescencia sea una tecnología altamente ineficiente y de ahí la retirada de las mismas. Las tecnologías de iluminación existentes en el mercado (halógenas ahorradoras, fluorescentes de bajo consumo y LED) se presentan como alternativas eficientes a las bombillas incandescentes, consiguiendo ahorros energéticos de hasta un 90%" explica Mar Gandolfo, responsable de Formación y Auditorias Energéticas de Philips Ibérica. 
 
La tecnología LED y la fluorescencia de bajo consumo se presentan como soluciones alternativas a las bombillas incandescentes ya que consumen hasta un 90% menos que la tecnología anterior. Otra de las ventajas que aportan estas tecnologías es su mayor duración; las bombillas LED tienen una vida útil de hasta 25.000 horas y las fluorescentes de entre 7.000 y 12.000 horas. Esto supone multiplicar por 25 y por 7-12 respectivamente la durabilidad frente a las incandescentes (vida útil estimada en 1.000 horas). Otro dato importante es que las bombillas LED, son fáciles de reciclar, ya que no contienen metales, como por ejemplo mercurio. 
 
El objetivo de la UE es que en 2020 se consiga un ahorro de electricidad equivalente al consumo anual de 11 millones de hogares y una reducción media del recibo de la luz de 25 euros al año con la aplicación de las nuevas normas de eficiencia energética.

Por otra parte, en estos momentos se lleva a cabo en varios países de América del Sur la sustitución de los bombillos tradicionales por millones de nuevos focos ahorradores, en un programa lidereado por la Alianza Bolvariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) 


Vale apuntar que en Cuba se realizó hace diez años la sustitución de las bombillas incandescentes por sistemas de iluminación de bajo consumo tanto en los hogares como en el alumbrado público, con un positivo ahorro de miles de toneladas de combustible y las consecuentes ventajas económicas y sociale que ha permitido una verdadera revolución en el terreno de la producción, transmisión, distribución y consumo de la energía con notables cambios en algunos conceptos relacionados con el Sistema Electroenergético Nacional . Se estima que sólo esta acción representa un ahorro equivalente a la instalación de una nueva central termoeléctrica. 
 
Por sus potencialidades, el ahorro de energía ha llegado a convertirse en una práctica universal y en la actualidad es considerado como una gran reserva de energía, por lo que ahora, a sumarse los países de la UE, a la campaña del cambio de tecnología constituye, aun que no lo digan, un espaldarazo a la iniciativa cubana pionera y líder en esa jornada de ahorro público.
 
En nuestro país la sustitución fue apoyada por una campaña de información general  seguido por el apoyo gubernamental a través de los trabajadores sociales, quienes visitaron las viviendas para realizar los cambios. El respaldo popular fue unánime pues el programa representa una extensión de la lucha que libran los cubanos por el ahorro de portadores energéticos, como forma de palear el bloqueo comercial al que se encuentra sometido el país desde hace casi cincuenta años·

Tambien la Casablanca, corazón de los EEUU, en su momento lanzó a la basura sus bombillas incandescentes para colocar los modernos ahorradores y ni siquiera dio a Cuba las gracias por la sugerencia que le hizo para que se iluminaran y vieran mejor las cosas, y también para que pagaran menos electricidad cada mes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario