¿Y si los mamuts regresaran a la Tierra?



El gran bosque de Siberia, la taiga, se extiende por 7.770.000 km2, y, exceptuando algunos cazadores nómadas primitivos, está deshabitado. En 1581 Ermak Timofeyevich, capitán de una banda de cosacos enviados a Siberia cuando Rusia comenzó a conquistar ese territorio, informó que una de las primeras cosas que él y sus hombres vieron después de cruzar los Urales fue "un gran elefante peludo". 
 
Los nativos no se sorprendieron, y le dijeron que solían designarlos con un nombre que significaba "montaña de carne". Esto sucedió un siglo antes de que el diplomático y explorador Evert Ysbrandt Ides sugiriera que el mamontova-kosty provenía de un animal parecido al elefante.

Pero un respetado diplomático francés llamado Gallon hizo un relato mucho más impresionante en 1920. Gallon estaba destinado en Siberia en esa época, y se puso a conversar con un campesino ruso, un cazador que había pasado cuatro años en la taiga persiguiendo osos y lobos. 

Según le contó a Gallon, en su segundo año encontró una gran huella hundida profundamente en el lodo. Debía tener 60 cm de largo y 45 de ancho... no era redonda, sino ovalada. Había cuatro rastros, los rastros de cuatro patas, las dos primeras a unos 4 m de las segundas y el segundo par era un poco más grande. Entonces el rastro torció bruscamente hacia el este, penetrando en un bosque de olmos medianos. En el punto en que entraba vi un gran montón de estiércol; lo observé y vi que estaba compuesto de materias vegetales. A unos 3 m de altura, justo donde el animal había entrado en el bosque, vi una hilera de ramas rotas.

El cazador siguió el rastro y, unos días después, descubrió que se le había unido otro, igual al primero. Tenía el viento de frente, lo que era bueno para acercarme a ellos sin que supieran que estaba allí. De pronto, vi claramente a uno de los animales y debo admitir que sentí mucho ml fusil del cazador, adecuado para cazar osos, no era del calibre suficiente para disparar contra esos monstruos. Se alejó cautelosamente y volvió a sus cuarteles de invierno, aterrorizado por lo que había visto. "Esa -terminaba diciendo el informe de Gallon- fue la historia de este hombre, demasiado ignorante para saber que había visto a dos mamuts. Y cuando le dije su nombre no dio señales de haberlo entendido." iedo. Se había detenido junto a unos árboles jóvenes. Era un enorme elefante con grandes colmillos blancos, muy curvados; por lo que vi era de color castaño oscuro. Tenía pelo largo en las ancas y más corto delante. Le diré que no conocía la existencia de elefantes tan grandes... el segundo animal estaba cerca; sólo lo vi unos momentos, entre los árboles. Parecía del mismo tamaño.

El fusil del cazador, adecuado para cazar osos, no era del calibre suficiente para disparar contra esos monstruos. Se alejó cautelosamente y volvió a sus cuarteles de invierno, aterrorizado por lo que había visto. "Esa -terminaba diciendo el informe de Gallon- fue la historia de este hombre, demasiado ignorante para saber que había visto a dos mamuts. Y cuando le dije su nombre no dio señales de haberlo entendido." 


Sólo considerando el hecho de que ningún hombre de ciencia ha dado una explicación totalmente satisfactoria de las razones de la extinción del mamut lanudo, que su dieta habitual, como reveló el estómago del mamut de Berezovka, todavía florece en Siberia, y tomando en cuenta el testimonio de Gallon, existen posibilidades reales de que unos pocos de estos gigantes lanudos sigan pastando en los enormes y casi inexplorados bosques de Siberia.

Pero a esas razones hay que añadir otro tipo de evidencias, mucho más próximas a nosotros: el 28 de octubre de 1981, los titulares de los periódicos más informados anunciaban: "Mamuts vivos, vistos en Yakutia (Siberia)." Al parecer, un grupo de cazadores habían avistado a unos 300 m de distancia una manada de mamuts vivos; según fuentes militares soviéticas, habían aportado como prueba moldes de huellas. A partir de aquel momento, la Academia de Ciencias de la URSS tomaba cartas en el asunto; tal vez dentro de poco todos podamos admirar fotografías, o incluso ejemplares vivos, de este mítico animal.

Mucho más reciente en Siberia los miembros de la expedición paleontológica internacional Yana-2012 encontraron células de un mamut que pueden servir de material para clonar en el futuro a este animal prehistórico.

“En un lugar único a 100 metros de profundidad hemos encontrado material abundante para la investigación. Se trata de tejidos blandos y grasos, pelo y médula osea”, explica Semión Grigóriev, el jefe de la expedición y experto investigador en mamuts.

Por el hallazgo se ha interesado el jefe de la fundación surcoreana Sooam Biotech, el profesor Hwang Woo-suk, quien piensa que las células pueden ser usadas para clonar al animal. sooam.com
En la expedición participaron cientificos de Rusia. EE.UU., Canadá, Suecia y Reino Unido. Los detalles de la investigación serán publicados en revistas científicas y la cadena National Geographic emitirá un documental el próximo año.

La región de Siberia es rica en restos prehistóricos. Así, en 2010 los científicos encontraron restos de una cría de mamut pelirrojo junto con los de un bisonte y un caballo, que se conservaron bajo el hielo durante 10 000 años.

La iniciativa científica fue confirmada por el vicerrector de la North-Eastern Federal University en Saja, Vasili Vasiliev, y el controvertido pionero en clonación Hwang Woo-Suk, de la Sooam Biotech Research Foundation en Corea del Sur.

Hwang pasa por ser un héroe nacional hasta el día en el que se descubrió que muchas de susl fusil del cazador, adecuado para cazar osos, no era del calibre suficiente para disparar contra esos monstruos. Se alejó cautelosamente y volvió a sus cuarteles de invierno, aterrorizado por lo que había visto. "Esa -terminaba diciendo el informe de Gallon- fue la historia de este hombre, demasiado ignorante para saber que había visto a dos mamuts. Y cuando le dije su nombre no dio señales de haberlo entendido." clonaciones de células madre humanas habían sido falsificadas. Aún así, al hombre se le recuerda oficialmente por su trabajo en la clonación de Snuppy, el primer perro clonado en el 2005 y verificado por los científicos.

En el mes de diciembre se dispararon todas las especulaciones acerca de la posible vuelta de los mamuts a la Tierra. Científicos rusos y japoneses habían encontrado una médula ósea de un fémur en buen estado de los mamíferos en Siberia.

Desde la Sooam Biotech Research Foundation aseguran que Rusia enviará los restos para ser analizados. Corea del Sur confirmó también que la investigación traerá de vuelta con seguridad una copia del mamut a la vida.

Para su transferencia de núcleos de células somáticas (células del cuerpo como las de los órganos internos, la piel, sangre) utilizarán un elefante indio. Un trabajo controvertido para unos expertos que cuentan entre sus trabajos con la clonación de los perros, cerdos e incluso lobos. Más de 10.000 años después, el mamut podría volver a la Tierra.

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