Variaciones
en el clima deben haber ocurrido muchas a lo largo de millones de
años en la historia geológica de la Tierra como un proceso normal
de renovación. Volcanes, agresiones marinas, inundaciones, sismos,
glaciaciones fenómenos naturales que pudieron durar milenios y hasta
impacto de meteoros, alteraron la geografía y la biosfera del
planeta en más de una oportunidad.
Sin
embargo estos cambios debieron sucederse de forma paulatina a
mas-menos a largo plazo, lo que dio oportunidad a todas las especies
vivas adaptarse paulatinamente para sobrevivir variando estructuras,
relaciones, alimentación, habitad y reproducción. La propia especie
humana es el testimonio más inmediato y documentado de esa
adaptación y modificación.
El
calentamiento global del planeta resulta un artículo muy caro para
todos los países con independencia de sus credos porque la capacidad
para salvar vidas y recuperar espacios la mayoría de los
climatólogos reconocen que a lo largo del último siglo la
temperatura media de la Tierra se ha incrementado y ello es punto de
arranque para la transformación del clima.
El
cambio climático que experimentamos en este milenio no se debe a la
naturaleza de las cosas, sino a las cosas que hace la humanidad a la
Naturaleza. Lo peor de todo es que esta transformación se produce
demasiado rápido como para lograr adaptaciones. Por esta causa han
desaparecido centenares de especies de la flora y la fauna y otras
muchas se encuentran al borde de la extinción sin tener oportunidad
de acomodo mientras se extienden las zonas áridas, el mar se
contamina, los polos e derriten y las tierras fértiles son cada vez
más escasas. Las razones podrían cargase a la cuenta del desarrollo
técnico e industrial de la sociedad humana, pero seria demasiado
simple la explicación cuando hay otras tantas razones políticas que
ponen en peligro al planeta.
Junto
a los muchos factores que gravitan sobre la humanidad, el clima es la
arista mas vulnerable de la Naturaleza yl que con mayor facilidad
podría poner fin a la era geológica iniciada hace ya un millón de
años, con el nacimiento de la humanidad.
Loa
cubanos somos testigos excepcionales de estos cambios en el clima. La
presente temporada ciclónica en el Caribe es una oportuna muestra.
Arlene,
el primer ciclón de del 2017 llegó sobre el 19 de abril, casi mes y
medio antes de iniciarse el periodo y ahora, en lo que consideramos
uno de los meses mas peligrosos de esta temporada, octubre, se
presenta un frente frio que nada tendría que hacer ahora aquí pero
acompañado por la tormenta tropical Phillipe
desde
el 28 de este mes cabalgando casi encima. .
Para
que tenga una idea de cómo se ha comportado de activa y violenta la
temporada 2017 le diré que hasta la fecha se han registrasdo18
depresiones tropicales, 17 fuertes tormentas de las cuales 11
alcanzaron el rango de huracanes, y de estos seis pasaron categoría
mayores. Tres de estos huracanes azotaron con vientos de mas de 280
kilómetros por hora
En
el conjunto los daños causados por la temporada ciclónica actual se
reportan desde más de 15 países del área del Caribe, así como del
sur, centro y norte América cuatro mil muertos, mientras las
pérdidas económicas por suman más de 207 900 millones de dólares.
Se
producen en la atmósfera cambios tan significativos que este año el
ciclón Ophelia,
originado
en las islas Azores este 6 de octubre, cambio bruscamente de
dirección y en vez de adentrarse en aguas cálidas del Caribe, como
seria lo usual, torció rumbo y se dirigió hacia las costas de
España y Portugal, afectando a mares de Francia e Inglaterra.
Y
aunque la “feria de los ciclones” tiene por delante todo el mes
de noviembre, no debemos ya descartar tormentas tropicales y frentes
fríos fuera de temporada, incluso mezclados entre sí. Tocante a
este tema los meteorologistas se encogen de hombros porque ahora todo
puede pasar.
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