Hace
mucho tiempo, bajando por el sendero de un Macondo olvidado en la
Sierra de Cubitas se desencadenó la tormenta. Nadie se acostumbra a
estos caprichos de la Naturaleza porque para esta parte de la sierra,
por las tardes del verano la lluvia irrumpe casi de manera sorpresiva
para luego de la tronada despejar el cielo y dejarnos las primeras
estrellas de la noche clara y fresca. Solo que esta vez las nubes
bajas comenzaron a envolver las cumbres de la que descendíamos a la
carrera mientras que hacia el sur, relampagueaba fuerte.
Hubiéramos
preferido esperar para regresar al campamento, situado en un claro
del bosque casi dos kilómetros de distancia, pero decidimos el
descenso tratando de ganarle la carrera a la lluvia, solo que en esta
oportunidad fue algo mucho mas que un simple aguacero, y ya cuando
no dimos cuenta estábamos a medio camino y habíamos perdido el
rumbo, cosa nada difícil porque los trillos sombreados de la sierra
tienden por lo general a confundirse en el follaje por donde suben o
baja, dirigiéndose siempre a cualquier parte, así que descendiendo
a la carrera dimos de golpe entre el hierbal con la impresionante
Cueva México, profunda sima abierta entre las raíces de un añoso
jagüey .
Esto
que les narro sucedió para la lejana primera semana de mayo de 1969,
y desde entonces, a partir de ese casual encuentro,
se han sucedido numerosas expediciones científicas a Cueva México
que es, hasta ahora, el mayor sistema cavernario del centro del país
con mas de cinco mil metros de extensión en una red que une hasta la
fecha 22 diferentes cuevas, algunas de ellas con galerías
superpuestas a 40 metros de profundidad.
Debido
a sus características geológicas, la provincia, Camagüey cuenta
con una de las más importantes regiones espeleológicas del país,
geografía en la que se abren inmensas cavernas, lagos subterráneos
y una asombrosa fauna cavícola algunas de cuyas especies,
desaparecidas de la superficie del planeta hace millones de años,
lograron adaptarse y sobrevivir en nuevas formas de vida. El sistema
cavernario disperso bajo las alturas de México, al noreste del
municipio Esmeralda, incluye en su biología restos fósiles de
mamíferos del cuaternario cuyo estudio recién comienza junto a las
variaciones climáticas del subsuelo y en especial todo un catalogo
de fracturas y deslizamientos de paredes y columnas como exponente de
sismos que en alguna oportunidad estremecieron,
la región,
Desde
el 2006 a la fecha el Grupo de Estudios Geográficos, Espeleológicos
y Medio Ambientales, Gegem, miembro de la Sociedad Espeleológica de
Cuba y en coordinación con la Fundación Antonio Núñez Jiménez de
la Naturaleza y el Hombre, ha realizado alrededor de diez importantes
expediciones con el fin de levantar el mapa de la caverna y reconocer
elementos físicos y biológicos del antro. El Gegem se encuentra
integrado por biólogos, geógrafos, paramédicos, geólogos.
maestros,
comunicadores, y otras de diferentes profesiones y oficios,
aficionados a las ciencias, quienes junto en los estudios de la
región vinculan este trabajo con las comunidades rurales inmediatas
al sistema cavernario,
por ser los pobladores de esos lugares aquellos que pueden
convertirse en custodios y protectores de estas joyas de la
Naturaleza
La
más reciente expedición, Retorno, realizada durante la segunda
quincena de abril de este año, se aplicó en un área inmediata al
sistema original, detectándose una nueva serie de cuevas que dejo
abierta la incógnita de que podría tratarse de un nuevo sistema
cavernario paralelo o ser la extensión de México en otra dirección
según el agrietamiento de la superficie.
También
se trata de descifrar qué está ocurriendo allí bajo tierra, Somos
testigos de que no hace tantos años algunas galerías profundas de
México se encontraban semi inundada y existían pequeños lagos
habitados por camarones cavícolas, hoy de aquellas agua solo queda
la humedad en las galerías desaguadas y los lagos han desaparecido,
mientras que pozos del entorno rural anotan índices hacia la
salinidad.
Fotos; Gegem
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