En realidad nada tiene de extraño que en este 2022 la temporada ciclónica se nos haya anticipado. Resulta ya tan común topar con mayo metido entre aguas de un año para otro que la Meteorología evalúa la posibilidad de añadir este mes en el periodo de próximas temporadas ciclónicas anuales.
Son tantos los apuntes de cambio climático que ya nadie duda, los seis meses de periodo tormentoso (tradicionalmente de junio a noviembre) ya no le alcanza a la la Naturaleza para en tan poco espacio meter al saco de una temporada tanto sobre vuelo de arenas del desierto, elevación de los mares, lluvias torrenciales, tornados, calores aberrantes, ciclones circulando en cualquier dirección así como vaguadas, marejadas y hasta súbitas inundaciones, cosas que están ocurriendo y que muchos, pesar del vez alerta de la Ciencia, ni se molestan tomar en cuenta.
A propósito, cada vez se reportan mayor presencia de inundaciones súbitas, o sea lluvias intensas en un corto periodo de tiempo. originadas por la presencia de organismos ciclónicos tropicales con fuerte actividad eléctricas. En el caso de Cuba estas lluvias identifican aquellos acumulados de 100 milímetros o mas en 24 horas o también 50 mm en 12 horas.
Mas allá de la intensidad y duración de la lluvia, la magnitud de una inundación súbita depende de diferentes factores vinculados con las características fisiográficas del entorno y de la acción
del hombre alterando el paisaje. Así estas inundaciones súbitas son frecuentes en zonas bajas, lugares con mal drenaje al paso del agua, alcantarillas tupidas, construcciones próximas a ríos y arroyos,, bloqueo de terrenos por donde las aguas escurren de foma natural en busca de niveles sus cuencas naturales. Debido a violaciones en estos principios elementales de prevención nuestra ciudad tiene mas de una historia,.
Los recientes sucesos ocurridos al occidente de nuestro país es botón de muestra de lo que puede esperarnos si desatendemos medidas de protección que nos hace vulnerables cuando nos da por improvisar o violar elementos primarios de seguridad. Estamos ante una temporada que según pronóstico será de elevada presencia de tormentas tropicales con amenaza de lluvias en extremo abundante y que necesitan desde ahora, (ya lo necesitaban desde mucho antes) algo mas que abrir canales y destupir alcantarillas. La Defensa Civil mantiene constante alerta tanto de información como evacuación y recuperación, pero ello no basta. Se necesita actuar de forma eficaz ante los fenómenos incuestionables del cambio climático que agobia a la Tierra, sin esperar a que nos llegue el primer boletín meteorológico con la noticia de que se nos acerca un ciclón. Las angustias de poblados y familias que vimos en fotos e imágenes de vídeo de las aguas turbulentas en las provincia de occidente debe servirnos de advertencia. El mensaje está dado.
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