Expedición busca en el Pacífico pistas de la aviadora Amalia Earhart




El líder de una expedición de científicos y aficionados al sur del Pacífico, que buscan resolver el misterio de la desaparición de la pionera de la aviación Amelia Earhart, prometió que buscará pistas bajo cada piedra. 

 Richard Gillespie, director del Grupo Internacional para la Recuperación de Aviones Históricos (TIGHAR), dijo que utilizará tecnología que antes no estaba disponible para descubrir qué sucedió con la piloto cuando desapareció hace 75 años.  “Estamos utilizando los últimos métodos para conseguir filtrar los hechos del mito”, dijo a Gillespie a la AFP.   


 Earhart (1897-1937), uno de los pilotos más importantes de la historia de la aviación, desapareció en 1937 a los 39 años mientras intentaba dar la vuelta al mundo.  



 La expedición partió este martes hacia la remota isla Nikumaroro en Kiribati, en la zona centro oeste del Pacífico (2.000 km al sur de Hawai), en un intento por establecer si Earhart pudo haber sobrevivido a la aparente caída de su avión.  


 El barco de exploración de la Universidad de Hawai zarpó del Puerto Snug, sin fanfarrias y bajo un cielo oscuro y con lloviznas, en dirección a Kiribati para iniciar una odisea de 26 días. Sólo el viaje de ida hasta ese archipiélago toma ocho días de navegación.   


“Vamos a decir que la lluvia nos traerá buena suerte”, dijo Ric Gillespie, director ejecutivo del Grupo Internacional para la Recuperación de Aviones Históricos (TIGHAR). “Será una nueva tradición”, añadió.  "No obtendremos de inmediato una solución al misterio una vez que estemos en el terreno dentro de ocho días (…) pero traeremos a Honolulu imágenes que podremos enviar a los expertos para verificar si encontramos parte de su avión”, aseguró.   


 Una serie de pistas hacen suponer a Gillespie que la aviadora estaba en esa zona cuando desapareció el 2 de julio de 1937, entre ellas los pedidos de ayuda por radio que se recibieron -y descartaron- en el área.   


“Con programas de computación que son capaces de recrear el ambiente electromagnético de 1937, podemos hacer un análisis de las señales de radio que fueron desestimadas por las autoridades en aquel entonces”, dijo Gillespie.  “Tenemos dos posibilidades: o bien ella estuvo en tierra en las islas Phoenix (a la que pertenece el atolón Nikumaroro) enviando angustiadas señales de radio durante seis días; o había un bromista en la zona que transmitía con esa frecuencia, imitaba su voz y sabía detalles personales sobre ella”.  


 Un barco de carga que transporta el equipamiento y una tripulación de unos 20 científicos partieron desde Hawai para explorar durante 10 días tanto la isla como una pendiente submarina del arrecife en el extremo oeste del atolón.   



 Cuando su avión desapareció, Earhart estaba volando con su copiloto Fred Noonan en la última etapa de una ambiciosa vuelta al mundo a lo largo del Ecuador. 

 
  La aviadora, con varios récords en su haber, entre ellos el de ser la primera mujer en cruzar el Atlántico en avión, había despegado desde Papúa Nueva Guinea y se dirigía a la Isla Howland para abastecerse de combustible, antes de volar un largo tramo final hasta California. 
 
 En lo que resultó ser su último mensaje de radio, Earhart dijo que no lograba encontrar la Isla Howland y que el combustible se estaba acabando.  Varias misiones de búsqueda y rescate fueron ordenadas por el entonces presidente Franklin Roosevelt, pero jamás se volvió a saber de ella ni de Noonan. 


  Se suponía que Earhart podría haber sobrevivido en Nikumaroro durante varios meses antes de que las partidas de rescate británicos comenzaron a llegar en 1938, momento en el cual ella y Noonan pudieron haber sucumbido a la lesión, el hambre, la enfermedad o la simple deshidratación en el atolón sin agua.


 En junio de 2010, TIGHAR hizo una décima expedición a la isla.


 En un área en la parte noroeste del atolón llamado el "Sitio Seven" el equipo encontró y catalogó artefactos: American Beauty y productos para la piel que puede haber fecha para la década de 1930, como copos de colorete y un espejo roto de la compacta estética de la mujer , las partes de una navaja de bolsillo, rastros de fogatas que llevan los huesos de aves y peces, almejas abiertas en la misma forma que las ostras de Nueva Inglaterra, "cascarones vacíos presentado como si fuera a recoger agua de lluvia" y botellas de estadounidenses que datan de antes la Segunda Guerra Mundial, sus fondos deformadas por el calor que muestran que "alguna vez había estado en un incendio, como para hervir el agua potable". 

También se halló Un dedo del hueso falange en el sitio y examinados por la antropóloga forense Karen Ramey Burns ha sido examinado por el Dr. Cecil Lewis en los laboratorios de antropología molecular en la  en Norman, Oklahoma, EE.UU.. Las pruebas de ADN sobre el fragmento de hueso no fueron concluyentes para probar que si se trata de tortuga o humano.  
Hay muchos críticos de la hipótesis de TIGHAR, David Jourdan es un destacado crítico.

 TIGHAR se acredita como un showman bueno, pero los sólidos resultados son escasas. Un conservador del Smithsonian Institution dijo: "No es para impugnar [al jefe de TIGHAR], pero no creo que él ha encontrado nada en cualquier expedición". 

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