Sobre
el mapa y por semanas estuvimos trazando una ruta hacia el interior
de la caverna a partir de nuestro principal acceso, una entrada
escalonada de 40 metros de profundidad abierta entre las raíces de
un espeso bosque a casi un kilómetro del campamento base.
Para
nosotros, los miembros del Grupo de Estudios GeográficFotos;
Maria Adela Herrera.os,
Espeleológicos y Medio Ambientales, GEGEM, el sistema cavernario de
México, extendido en la llanura costera del norte de la provincia se
nos ha convertido como en una obsesión. Descendimos allí por vez
primera a mediado del 2006 y aun continúan cortas y largas
expediciones a un sistema que se nos extienda ya por cuatro
kilómetros y en la que hemos identificado algo más de veinte bocas,
algunas de las cuales aun no sabemos si en verdad dan paso a la
inmensa galería principal.
Allá
abajo vamos levantando un mapa mientras se instalan estaciones
meteorológicas y bases para estudios biológicos bajo y sobre la
superficie y aunque hoy sabemos mucho de ésta espelunca, nos
convencemos cada vez más que ni medianamente estamos concluyendo su
recorrido y falta mucho sobre los análisis de las páginas de datos
recogidos.
La
caverna de México es algo a tener en cuenta. Puede tratarse de un
conjunto de cuevas que unidas entre sí dan lugar a la caverna o
puede ser más de una caverna que constituye un sistema disperso en
esos lometones costeros que en remotas eras geológicas emergieron o
se hundieron muchas veces en el mar. Las exploraciones realizadas
hasta ahora y el resultado de los estudios aun dejan dudas en cuanto
a su edad y sobre todo, el papel que desempeñó durante su formación
en el entorno de esa geografía. Es tal el interés que con todos los
datos reunidos preparamos un dossier para hacerla proponer Monumento
de la Naturaleza ante la Comisión Provincial de Monumentos.
Descender
y ascender; he allí el dilema.
Por
eso nos vino muy bien que un día Pedro Ochoa, y Alberto Santos,
productor y director de programas del canal 49, respectivamente,
nos propusieran, para la programación de verano, realizar varios
trabajos en ese entorno espeleológico y medio ambiental, por
supuesto que de entrada planteamos incursionar en la cueva de
México.y corrernos luego hacia Gran Caverna, esta otra un verdadero
santuario de restos fósiles del Cuaternario en el desfiladero de
Trinchera, Sierra de Cubitas..
Nuestro
Grupo, que ya preparaba la expedición de verano a México, prefirió
aquella primera opción procurando un campamento accesible y cómodo
para los compañeros de viaje, como ajustamos el programa para la
primera semana de julio y aun nos quedaban unos pocos días, pasamos
a efectuar trabajos de gabinete con la dirección del equipo de
filmación, quienes se enfrentarían por vez primera a una empresa
como esta.
De
todo, imaginamos que lo más difícil seria hacer bajar al equipo de
técnicos de la televisión, quienes lo más próximo que alguna vez
habían estado de una cueva fue en la gruta del Casino Campestre. Les
digo esto para que imaginen todas las medidas de seguridad que se
debieron tomar para hacer descender de forma segura a ese personal
por una cuerda y además trepar escaleras colocadas en un par de
pasos difíciles y luego devolverlos sanos y salvos a la superficie.
Por suerte, de todo eso y sin perder el pulso, lograron realizar
buena filmación.
La
aventura de Despejando X
La
película Viaje al Centro de la tierra que tiene una duración de dos
horas y se filmó bajo el sol y por lo general con escenarios de
cartón; aun hoy nos resulta impresionante. Los tres vídeos grabados
ahora para el programa Despejando X, duran cada uno 13 minutos
y se realizaron a muchos metros bajo tierra, en absoluta oscuridad y
un silencio tal que la caída de una gota de agua se escucha a 50
metros. En realidad no existen muchas películas o documentales
dedicados al mundo subterráneo y ello casi siempre se debe a la
falta de preparación técnica del personal y a la necesidad de
utilizar numerosos equipos, en especial de iluminación.
Sin dudas que la
exploración de las cavernas ofrece muchas de las emociones de las
grandes aventuras en la Naturaleza, pues dado el primer paso, ya
estamos en un mundo tan remoto como pueden ser las profundidades
marinas o la superficie de otro planeta. Y si en realidad la
espeleología nos mueve por un mundo de aventuras, su práctica
requiere cierta preparación física y mental.
Nuestra
provincia y es una de las principales regiones espeleológicas del
país, las pequeñas elevaciones de rocas calizas destacadas en su
geografía permitieron que la acción de las aguas en millones de
años abrieran a través de fisuras inmensas galerías, mientras que
el movimiento de la corteza terrestre desaguo o inundó grandes
espacios a muchos metros bajo tierra. Esas cuevas y cavernas fueron
refugio de animales hoy extinguidos, algunos de los cuales adoptaron
con el tiempo otras formas de vida absolutamente diferentes a los de
la superficie. También el hombre desde sus orígenes dejó huellas
de su presencia en estos antros subterráneos que por sus
características, clima y extensión algunos consideran un casi
desconocido séptimo continente.
La
naturaleza espeleológica
En
ese conjunto la Sierra de Cubitas, famosa por sus desfiladeros y
valles ciegos y ríos, tiene algunas de las mayores espeluncas del
centro oriente del país, reúne siete de las conjuntos de pinturas
rupestres más importantes de Las Antillas;. posee simas de
verticales absolutas como Magyana y Rolando, con 80 metros. Maŕa
Teresa fue la primera cueva en el mundo donde se reportó la
presencia de dibujos realizados por el hombre y en Los Generales los
aborígenes tuvieron tiempo de imprimir la primera “noticia”
sobre la presencia de la conquista española en América. Hay restos
fósiles de grandes animales, incluyendo la lechuza gigante y
especies vivas que ni siquiera hemos clasificado, eso sin contar
caprichosas formaciones secundarias, anales climáticos de milenios y
esa constante certeza que en las profundidades el tiempo se detiene y
que no importa si afuera es de día o de noche, reverbere el sol o
llueva a cantaros. No hay mas allá.
La
TV de Camagüey al introducirse en este mundo de aventuras nos ofrece
no solo la oportunidad de conocer nuestra Naturaleza escondida y de
la que apenas sabemos, sino que a la vez nos conduce por los senderos
que todo ser humano tiene en sus genes, aquellos que desde el inicio
de la historia humana nos une con la Tierra en toda su dimensión
Fotos;
María Adela Herrera.
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