Una isla verde para el cambio climático




La Sierra de Cubitas, es el ecosistema mejor conservado en tierra firme de la geografía camagüeyana, …. Durante años el estudio de su geografía, la botánica, la biología y arqueología atrapó a muchos que la recorrieron en una y otra dirección hasta llegar a conocer sus secretos”. Este es el tema que nos presenta el licenciado Jorge Aguilar Pérez en su articulo titulado La Sierra de Cubitas, un tesoro enterrado en el olvido.
Podría ser parte de una leyenda, pero Aguilar es uno de esos que quedo atrapado en los bosque cubiteros cuando como geógrafo y espeleólogo trato de desentrañar estos misterios donde historia, naturaleza y fantasía se trenzan en la siempre especial atmósfera serrana.
Muchos años después de aquellas aventuras de una época de oro, Jorge se encuentra protagonizando un singular combate en la propia Sierra de Cubitas, El trata de hacer realidad, junto a otros románticos de la Naturaleza, una especie de isla isla verde ante tanta amenaza de cambio climático que nos llega desde todas partes. A ellos se debe la existencia de la Reserva Ecológica Limones – Tuabaquey, de la que ahora es su director en el seno del Sistema Nacional de Áreas Protegidas. 
 

Joyas de la geografía cubitera.
Luego de numerosas investigaciones en el en torno cubitero, en 1999 los ministerios del Turismo, Agricultura y el de la Ciencia Tecnología y Medio Ambiente, presentaron proyectos para diseñar a los largo del país las sus mejores opciones para el Turismo de Naturaleza. En Camagüey siete de estas opciones evaluadas por la Comisión Nacional de Turismo de Naturaleza se encuentran en el área de La Reserva, entre estas el sendero que atraviesa el Paso de los Paredones y que conduce hasta el imponente Hoyo de Bonet(Ruta de los Intrépidos), una caminata que por el Paso de la Vigueta o Camino Real nos conduce hasta la Caverna La Lechuza (Los jardines de La Vigueta), un sendero que asciende hasta el punto más alto de la geografía llanera (Un salto a la llanura), el Cerro Tuabaquey y un sendero que conduce hasta la Cueva María Teresa.
Hundido entre los cerros Mirador de Limones y Tuabaquey, las dos mayores alturas de la Sierra de Cubitas, el desfiladero de Paredones, atraviesa de norte a sur la montaña. Este paisaje de geografía y geología inigualable forma parte de la Reserva Limones - Tuabaquey sobre un espacio para la conservación paisajista y ecológica, de 1 962 hectáreas a las cuales ya se sumaron otras 420 hectáreas donde se incluye la zona de El Cercado y el paso de la Entrada o de La Vigueta.
En la zona de Conservación están los principales valores de la Sierra de Cubitas con lugares muy puntuales en los cerros Mirador de Limones y Tuabaquey, donde se abren cuevas con pictografías, mientras que la fauna, muy afectada por los ciclones, ya van en recuperación, fundamentalmente la avifauna, dice Jorge.


Proyectos en ejecución
Las áreas protegidas están basadas en concepciones de estaciones biológicas, por eso es que dentro de nuestra área protegida tenemos tres zonas: la de Limones. la de La Vigueta y la de Tuabaquey. Lo interesante es que aunque están dentro de un mismo territorio tienen diferencias en cuanto a vegetación, Tuabaquey, por ejemplo, es lo mas rico que hay en la Cubitas, especialmente en la cima, donde aparece vegetación de charrascal propia de la llanura. Eso le da un valor es extraordinario pues podría servir para explicar la historia geológica del levantamiento de la sierra desde la llanura hasta convertirse en una montaña en un proceso de millones de años”.
Las labores de recuperación abarcan la construcción de un centro de visitantes dotado de 15 cabañas, lo que contribuirá a que una mayor cantidad de personas se acerque a la naturaleza y aprendan a conservar y a proteger el medio ambiente. El centro incluye restaurante, centro de convenciones, y un área de exposición o arboretum, con el objetivo de fomentar determinadas especies en un ambiente controlado para que las personas no tengan que ir a verlas en las zonas de conservación. Por supuesto que a estas obras se suman los ya tradicionales senderos y sitios interpretativos y el área para el cuidado intensivo de los ejemplares en peligro, especie de hospital donde cualquier animal necesitado encuentra un espacio idóneo y una atención especializada.
Una tarea principal ahora en ejecución por los trabajadores del área es la reestructura de las estaciones biológicas de Limones y la de Tuabaquey. “El proyecto nos obliga a realizar un grupo de acciones para hacer sostenible esas estaciones, por ejemplo, en Limones un grupo de trabajo con técnicos y obreros especializados cumplen las tareas de 13 proyectos de conservación entre estos los de aves, reptiles, mamiformes, especies de la flora amenazada, contra incendios, para la recuperación del bosque, para la rehabilitación forestal natural..., Y todo esto con independiente de los trabajos de siembra, cría de ganado, etc, que forma parte del área. Esta tarea se hace pensando en un abastecimiento del comedor de la reserva, en abastecimiento de los obreros y sus familias, en los vecinos de la comunidad con la conciencia de que las tierras que tenemos son limitadas y los recursos son pocos” 
En marcha sobre un buen camino.
Ahora la Reserva Ecológica tiene otro reto, la conmemoración del 20 aniversario de su fundación. El programa ha de concluir en este propio mes de diciembre tras la recuperación y mantenimiento de todas las instalaciones incluyendo las biológicas que están en el Tuabaquey, “Trabajamos para lograr que en el 2020 nuestra estación biológica sea declarada de referencia para áreas protegidas de como pueden ser sostenibles y sustentables”, dice Jorge con el optimismo de quien se sabe bien encaminado hacia la recuperación del Premio del Medio Ambiente de Camagüey, así como el Premio Nacional del Medio Ambiente obtenido en el 2008.
La segunda etapa de este proyecto de rehabilitación se ha de extender de enero a marzo, calendario que observa los preparativos para conmemorar el 20 aniversario de la Reserva previsto para el 12 de abril, fecha que coincide con el Día de las Áreas Protegidas. Este programa suma en su agenda un taller científico para exponer los los principales resultados de los 20 años del área, así como áreas protegidas invitadas de otras provincias.
En este tiempo no solo hemos ganado en eficiencia y conciencia en la cultura de la Naturaleza, agrega Aguilar Pérez, se ha logrado un amplio sentido de identidad de los pobladores de las comunidades vecinas de la Reserva, o sea, que la identificación surge en la medida en que se consolida el trabajo y se reconoce la recuperación de la Naturaleza de la que formamos parte. Esta es una batalla ganada, pero no la ultima”

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