Para solear los parques de Camagüey.



Los parques de la Camagüey con independencia de su tamaño o arbolado en esta o aquella barriada, es uno de nuestros escenarios urbanos más reconocidos en lo que concierne a recreación y porque ademas siempre representan un paisaje favorable al tiempo libre o descanso de las ocupaciones habituales, o sea, que los parques son una postal simbólica de bienestar .Para nuestro José Martí la Naturaleza no es solo soporte de vida y medio de producción, sino también fuente de goce espiritual y, por tanto, de mejoramiento humano, espacio que solo hallamos a la sombra de los parques de pueblos y ciudades.

 
A través de la historia, y por generaciones, en la medida de su desarrollo Camagüey fue creando parques, unos por motivos ambientales y otros asentados de manera espontánea en el rescoldo de una plazuela o las entrecalles de una barriada; espacios siempre reconocidos como elemento protector del ambiente, que en todos los casos posibilita la sana convivencia y las relaciones sociales entre miembros de una comunidad o vecindad.
Sin embargo, como los parques urbanos son áreas públicas y deben su mantenimiento al gobierno local que corre con su atención, puede que por suponer algunos que es tierra de nadie, cada vez con mayor frecuencia y con liberal disposición, sin consentimiento a veces o por ignorancia siempre, no pocas veces estas áreas son empleadas para introducir programas que pocas veces tienen que ver con ese tranquilo espacio para convertirlos en ferias, pistas de baile y festejos que no solo alteran el entorno sino que dañan su estructura que no poca labor y economía cuesta al municipio.
En la ciudad de Camagüey ya existe desde la década de 1940 y ratificada a lo largo del tiempo por las regulaciones urbanas, la prohibición de utilizar los parques con áreas verdes para fiestas populares, instalación de equipos de recreación o de uso comercial y cualquier otro uso ajeno a la tranquilidad publica y la protección del entorno.
El irrespeto pues a la Naturaleza de la ciudad es cierta muestra de insensatez en un presente que es cuando mas cultura ambiental deberíamos tener, pues aunque tiene nuestra ciudad suficientes plazas y espacios abiertos para instalar estos batiburrillos no siempre oportunos y menos tocados por la mano de la instrucción, el espacio del Casino Campestre es, por ejemplo, cada vez mas violado y degradado como muestra del facilismo en la improvisación.
Nadie nos ha dicho nunca sobre qué principios se invade la privacidad del bienestar ciudadano y el espacio reservado para su esparcimiento. Seremos tan obtusos que no se comprenda como el deterioro ambiental rompe el equilibrio Naturaleza - Sociedad. A qué nivel de indiferencia se llega cuando el magnifico pulmón verde de la ciudad es mutilado y revuelto estresando plantas y personas a la vista de un gobierno local que tiene el deber de intervenir y proteger. .La vida no esta hecha solo para pan y vino.
Sobre este tema tendrán mucho que decir los esforzados trabajadores de Comunales, los del parque zoológico y los guardaparques de la ciudad y por supuesto, nosotros los periodistas muchos mas tendremos que escribir sobre este tema y y arañar pinturas. ,

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