Reflexiones y experiencias para Elsa, la ”amada de los dioses”


Elsa no debió tomar a nadie por sorpresa. Desde un inicio ya sabíamos que la temporada ciclónica de este año va a ser particularmente fuerte. Puede que abstraídos en temas para controlar y protegernos de ataques tan inmediatos como la presencia de este Covid nuestro de cada día, la copiosa información que recibimos sobre propósitos, proyectos y leyes que se encaminan a enderezar nuestro futuro y en permanente alerta para esquivar lo un bloqueo que aun en su tercera edad se mantiene vigoroso en torno al archipiélago, no hayamos tenido en nuestra agenda cotidiana lo que nos alertaron con meses anticipados.

Es cierto que julio no es precisamente el mes de mayores precipitaciones dentro del periodo lluvioso aunque sí ocurren chubascos y tormentas eléctricas, por lo que aunque no frecuentes no deja de ser probable la presencia de ciclones en el séptimo mes, como por ejemplo ésta entrada en escena de de Elsa, que tronante y rampante desde que se integro a la temporada en el océano Atlántico, enrumbó a tiro seguro y sin vacilaciones contra nuestro país. 

 

Sin dudas que Elsa llegó inoportuna, como esas visitas no anunciadas a quienes abrimos la puerta con mala cara. Pero llegó. Su presencia ha demostrado que los años de combaste no pasan en vano y que la experiencia acumulada para lidiar con fenómenos naturales de éste tipo hace rato ya que esta en nuestros génes. Con una sincronización de relojería la Defensa Civil, como en un desfile practico, se movió sobre sus ejes y en tiempo breve colocó en disposición combativa a toda su estructura con puntual eficiencia, haciendo cada cual lo que sabía debía hacer con un organizado sistema de aviso, planificación y participación.

La tormenta no solo nos dio el ejemplo incuestionable de la eficacia de la Defensa Civil sino que a la vez demostró la capacidad técnica y científica del sistema meteorológico cubano que permite seguir y visualizar de uno a otro extremo de la isla la presencia tormentas en cualquiera de sus dimensiones y precisar en pronósticos confiables naturaleza e impacto de los eventos, con el auxilio por supuesto de la valiosa participación de la hidrología, que cada vez confirma la razón de ser de la voluntad hidráulica del país. 


 Pero a la vez Elsa, a la que salimos a enfrentar sin respetar su origen germánico con el significado de ¨
amada de los dioses¨”, conoció de la preparación y disposición del pueblo ‘para con organización y disciplina, sin temores ni dudas, seguir las orientaciones dictadas por el Estado para colocarse a salvo allí donde fue necesario y para evacuaciones a lugares ya preconcebidos y aun ser acogido por una parte de la población que les recibió en hogares seguros. Como muestras de solidaridad y humanismo no repetidas en parte alguna.

Pero aun mas allá, si en realidad algo se experimentó como impacto en la información a la población y novedad en las comunicaciones fue la intervención de las redes sociales y los internautas, multiplicándose como centenares de corresponsales voluntarios que no cesaron en estar presente por horas, dándonos detalles y mostrando históricas imágenes de lo que sucedía al instante y en directo en los puntos más inimaginables del país. . Es válida la experiencia que no debemos olvidar.

Como no podemos olvidar que hace 16 años, el 5 de julio del 2005, el fiero ciclón Dennis, con vientos de hasta 240 kilómetros por hora y categoría 4, con una trayectoria muy parecida a esta tormenta tropical Elsa, transitó por toda la costa sur de Cuba desde cabo Cruz, (pasando como Elsa a 60 km al sur de Santa Cruz del Sur) para tocar tierra al sur de Matanzas y salir al estrecho de La Florida

En esa oportunidad en la Mesa Redonda presidida por Fidel efectuada el 11 de julio para evaluarlos daños producidos por Dennis y las medida adoptadas para la recuperación, dijo;¨”Con la organización y disciplina que estamos viendo y el nivel de organización mostrados por nuestra sociedad, podemos afirmar que a este país no hay quien lo ocupe, ni huracán que lo desmoralice,…. difícilmente haya un país donde tengan un sistema capaz de funcionar con tanta organización, capacidad de previsión y resultados , No hay huracán que pare a este país, que pare a este pueblo.

Algún día daremos gracias a este fenómeno que nos enseñó nuevas lecciones sobre cómo prepararnos mejor frente a estas contingencias de la naturaleza, además de alertarnos sobre la alta frecuencia con la que están apareciendo huracanes cada más intenso. La Revolución está mas solida y fuerte, resistió este poderoso huracán y sabrá soportar otros cuantos más”

Oportuna vigencia de las reflexiones de Fidel que nos trajo Elsa por la igual ruta que 16 años antes transitó Dennis


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