Continúan los estudios espeleológicos en la caverna de México

El sistema cavernario de México, abierto en las calizas de la llanura costera del norte camagüeyano, en un punto intermedio entre la bahía de La Gloria y la Sierra de Cubitas, en el municipio Esmeralda, se abre en rocas procedentes de sedimentos marinos del Eoceno, que es uno de los más jóvenes periodos de la Historia Geológica de la Tierra.

Situado bajo una elevación destacada en la  llanura como un conjunto boscoso, el sistema cavernario de México pudiera ser uno de los mayores de nuestra provincia,  al cual se accede por una decena de pozos verticales que en algunos casos superan los 40 metros de profundidad.

Descubierta para la ciencia en la década de 1960, la espeleología camagüeyana ha realizado numerosas expediciones, sin que hasta la fecha haya concluido su estudio. Aunque ya desde las primeras exploraciones se conoce la existencias de galerías inundadas, espacios cargados de CO2 y abundante y variada fauna, sin embargo la extensión de la caverna, de la que existe un reporte cartográfico que le adjudican cuatro mil metros de largo y lo complejo de algunas secciones, obligó desde los primeros momentos a  mejorar las técnicas del alpinismo subterráneo y establecer más de un campamento para mantener las comunicaciones con  los grupos de exploración alejados cada vez más del núcleo principal de ataque.



A partir del 2006 el Grupo de Estudios Geográficos,  Espeleológicos y Medioambientales, de la Sociedad Espeleológica de Cuba,  inició una segunda fase de expediciones que permitieron ir algo más allá de aquel primer umbral. Estos trabajos introdujeron modernas  técnicas de exploración y comunicación, uso del láser para la precisión cartográfica, sondeos geológicos y análisis climático no solo bajo tierra, sino en el entorno exterior, incluyendo el reconocimiento médico sistemático de los miembros de la expedición.



Junto a todas esas tareas, el programa que ahora se organiza  al sistema cavernario de México, ---incluido como tema del próximo Congreso Nacional Espeleológico, a celebrar en el 2010---, centra su atención, con independencia de su aporte a la espeleología, al estudio sobre fenómenos geológicos y geográficos ocurridos en el interior de la espelunca,  las manifestaciones de la agresión marina en las aguas subterráneas de la región y el tectonismo de la zona.

Estas investigaciones pueden contribuir a desentrañar algunos de los enigmas de la espelunca y contar con un mapa de toda la red de galerías,  salones, pozos y diferentes pisos que componen el extenso sistema cavernario. En estos momentos los miembros del GEGEM evalúan toda la información recogida en los últimos veinte años en esa zona y los datos de las expediciones que desde la década de 1960 se están realizando en la red subterránea de México.

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