Señalan
los especialistas en desastres naturales durante el siglo XXI el
Caribe sufrirá las consecuencias del cambio climático por el
incremento de las temperaturas, el decrecimiento de las lluvias y la
alta frecuencia de los ciclones tropicales intensos.
Aunque
los ecosistemas y las especies estuvieron sometidas a cambios del
clima en su pasado geológico, nunca antes estos fueron tan rápidos,
ni la capacidad de los ecosistemas ecológicos para adaptarse a
ellos había estado tan comprometida por presiones no relacionadas
con el clima.
Una
interesante programa titulado Evaluación de los Impactos Potenciales
del Cambio Climático Sobre la Biodiversidad y Desarrollo de
Estrategias de Adaptación en dos Regiones de Ecosistemas Frágiles
en Cuba, se aplican, uno en la costa sur de Camagüey con
repercusión en el archipiélago de Jardines de la Reina y las
comunidades ribereñas de Santa Cruz del Sur y Playa Florida y el
otro en el entorno de la Ciénaga de Zapata.
En
estas dos regiones geográficas la conversión de los hábitat, la
sobre explotación de las especie, la contaminación y la competencia
de especies exóticas invasoras, hacen que la amenaza del cambio
climático sobre todo esos en ecosistemas claves como los arrecifes
de coral y los manglares.
El
impacto del cambio climático en la vida y la economía de Cuba podrá
ser muy elevado y costoso, si tenemos en cuenta que más de 260
asentamientos humanos son totalmente costeros con una población
relacionada entre 250 mil y más de dos millones de personas. De ese
total no menos del 20% está vinculada directa o indirectamente a
los sectores dependientes de la biodiversidad marino costera y sus
servicios ambientales, como la pesca, la actividad forestal y el
turismo.
La biodiversidad de los
territorios insulares y costeros es especialmente vulnerable al
cambio climático, en Cuba es particularmente sensible el sur del
país, debido al predominio de costas bajas y ecosistemas frágiles
(humedales, bosques secos, pequeños cayos y arrecifes) y por estar
en la ruta de los huracanes. Las regiones del golfo de Ana
María-Jardines de la Reina y de la ciénaga de Zapata constituyen
las de mayor diversidad biológica y productividad marino pesquera,
y concentran las más extensas e importantes áreas protegidas
marino-costeras de nuestro país. Esas son también las más
vulnerables a los impactos del cambio climático dada la fragilidad,
extensión y calidad de sus ecosistemas.
Algunos de los impactos
esperados sobre sus ecosistemas incluyen: la muerte de arrecifes de
coral, la erosión de las playas, la reducción de las áreas de
manglares y herbazales de ciénaga, la modificación de humedales
costeros, la migración forzosa de la población, la disminución del
éxito reproductivo de algunas especies, la extinción de otras y el
desplazamiento de los ecosistemas.
En
la temática de Desastres Naturales Cuba ha desarrollado un programa
de prevención y mitigación mundialmente reconocido; alcanzando una
notable posición con su Sistema Nacional para la Prevención de
Riesgos Ante Desastres Naturales, debido a la alta prioridad ofrecida
a este tema, tanto para la inversión nacional como para la
cooperación internacional.
El
cambio climático es una amenaza reconocida por el Gobierno como un
riesgo potencial al cual presta particular atención, por ello desde
la década de los 90, Cuba inició proyectos para evaluar la
vulnerabilidad y riesgos que este fenómeno representa al país,
tales como el de Cambio Climático y Medidas de Adaptación,
desarrollado por el Instituto de Meteorología hasta 1999.
También
se ejecutan otras iniciativas, como el Proyecto PNUD Desarrollo y
Adaptación al Cambio Climático, llevado a cabo por Cuba y la
República Dominicana con el apoyo financiero de la Agencia
Canadiense para el Desarrollo Internacional, precisamente proyectos
como este se aplican por PNUD en Cuba sobre reducción de riesgos de
desastres naturales, y como resultado se han instalado Centros para
la Reducción de Riesgos y Sistemas de Alerta Temprana en los
gobiernos de 4 provincias y 20 municipios del país.
Uno
de sus resultados de estos estudios se enfoca a la creación de un
sistema de monitoreo de la biodiversidad centrado al Cambio
Climático, lo que se refuerza si se considera que el Plan
estratégico del Sistema Nacional de Áreas Protegidas para el
período 2009-2013 incluye un objetivo de cambio climático, tema en
el que existe aún un amplio potencial por desarrollar.
El programa para la
Evaluación de los Impactos Potenciales del Cambio Climático Sobre
la Biodiversidad y Desarrollo de Estrategias de Adaptación en dos
Regiones de Ecosistemas Frágiles en Cuba, adelantado con la
cooperación internacional la Comisión Europea y el, Fondo Mundial
de las Naturaleza (WWF-Holanda) es liderada y ejecutada en nuestro
país por la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y
el Hombre con sus proyectos internacionales, nacionales y locales en
el ámbito de la biodiversidad, el cambio climático, la educación
ambiental, el desarrollo local sostenible, y la divulgación, así
como el tratamiento de temas ambientalmente relevantes (Mesas
Redondas), se destaca no solo como ejecutora sino también como
coordinadora y facilitadora del trabajo entre actores de distintos
ámbitos con los iguales intereses por la preservación .de la
Naturaleza en toda su magnifica plenitud.
Cuba
se prepara púes paras enfrentar un futuro inmediato de cambio
climático, iniciado ya con con estas muestras que cada día nos traen
los partes del estado del tiempo, rendimientos agrícolas, tormentas
ciclónicas y el retroceso de los manglares mientras que el mar
avanza sobre y bajo la superficie de las llanuras costeras.
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