La cuenca hidrográfica
del río Máximo, se extiende al nororoeste de nuestra provincia
sobre los territorios de Camagüey, Minas y Sierra de Cubitas. En sus
547,2 km2 se asientan alrededor de 19 asentamientos en su mayoría
rurales, donde residen aproximadamente 16 406 habitantes.
El
río Máximo, cauce principal de la cuenca que recoge las aguas de
una extensa red fluvial, tiene una extensión de 66.2 km. desde las
cabezadas inmediatas a la loma de Yucatán, hasta la desembocadura en
los esteros de la bahía de La Gloria luego de remontar las sabanas,
bordear la Sierra de Cubitas y salir a la llanura costera.
La
cuenca posee dos áreas protegidas; el refugio de fauna del río
Máximo y la reserva ecológica Limones – Tuabaquey.
El
refugio de fauna río Máximo es un ecosistema costero-marino
declarado sitio Ramsar y Premio Nacional de Medio Ambiente 2007,
ocupa un área de 22.58 ,km2 , En este refugio, se localiza el mayor
sitio de nidificación del flamenco rosado en la región del Caribe,
así como los sitios de alimentación y descanso de esta población,
que ha tenido en los últimos años un notable incremento, estimado en
unos 180 mil individuos.
También
este ecosistema costero se valora por su riqueza biológica debido a
que es un corredor de aves migratorias y constituir el habitad de
aves y el sitio de reproducción de especies endémicas del Caribe.
Este humedal cuenta con la mayor población del cocodrilo americano
de la costa norte de Cuba.
Por
su parte la reserva ecológica Limones – Tuabaquey, hacia la zona
centroriental de La Sierra de Cubitas, constituye un área de alta
fragilidad ecológica, caracterizada por la existencia de altos
valores de la biodiversidad y paisajísticos, exponentes de la
compejidad geólogo- geomorfológica de la región, donde se ubican
los cangilones del río Máximo, sitio de singular belleza.
La
cuenca del Máximo en la arena internacional
En
un análisis realizado por la Dra. Mayra González Díaz, directora de
la Unidad del Medio Ambiente del Ministerio de la Ciencia, Tecnología
y Medio Ambiente en Camagüey y editado en el libro GEO, Patrocinado
por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente,
señala que como resultado de la práctica de desarrollo hidráulico
y agrícola en la región, se construyeron obras hidráulicas,
sistemas de canales y embalse, un trasvase de agua hacia la cuenca
San Pedro con el objetivo de abastecer a la ciudad de Camagüey y una
estación de alevinaje, entre otras obras.
Sin
embargo, apunta la Dra, González Díaz, si bien las obras
garantizaron el avance incuestionable del territorio, trajeron
aparejados problemas ambientales, insuficiente disponibilidad y
contaminación del agua para el ecosistema, la degradación de los
suelos; afectaciones a la cobertura boscosa y la perdida de la
biodiversidad.
La
contaminación de las aguas está asociada a la existencia de un
grupo de fuentes contaminantes que incluye los asentamientos humanos,
aunque en los últimos años se ha logrado reducir la carga
contaminante a valores prácticamente no significativos al entrar en
funcionamiento obras de tratamiento de residuales en la unidad
porcina Charles Morell y el Centro de Alevinaje Alevicuba.
A
la mediados del curso del río se encuentran Los Cangilones,
afloramiento de rocas calizas de aproximadamernte 350 m de largo que
conforman una piscina natural de gran belleza natural que pudo ser
rescatado gracias a la acción medioambientalista.
La
necesidad de respuestas integrales
En
estos momentos el Consejo de la Cuenca del Máximo, constituido por
instituciones y organismos productivos, científicos, ambientalistas
y el Gobierno en el territorio, evalúa de forma integral y coordina
armónicamente las necesidades, promueve y controla medidas eficientes
de corto y mediado plazo y proyecta futuros desarrollos.
Entre
las medidas dirigidas a disminuir presiones, mejorar el estado del
medio y mitigar los impactos sobre los servicios de ecosistema y el
bienestar humano se encuentra la reforestación en las márgenes del
río, en el canal y en el entorno de la base de campismo, creación
de áreas de bosques con especies que soporten alta salinidad en el
área de refugio del río Máximo,desarrollo de proyectos que hacen
sinergia entre diferentes organizaciones e intituciones nacionales y
extranjeras en el cumplimiento de acuerdos internacionales, efectuar
obras de mejoramiento en vías de acceso para el mejoramiento comunal,
desarrollar un amplio programas de educación ambiental y
comunicación social, desarrollo de proyectos nacionales e
internacionales.
Economía
y Medio Ambiente... ¿lucha de contrarios?
Fue
la industria, la mal concebida e inconsciente, la que llevó a la
cuenca del Máximo a su mínima expresión. La invasión de la
natural tra nsparenciade las aguas del río por los desagües de
centros productivos como la estación de alevinaje Alevicuba provocó
que perdiéramos aquel lugar de leyenda que nos eran los Cangilones,
con sus piedras “garciomarquianas” y su
cauce inmaculado.
Visto
así, parecía que progreso social y patrimonio natural eran opuestos
insalvables, y que había que decidirse por uno de dos. Pero la
historia reciente demuestra, para felicidad colectiva, que los
hombres pueden aprovechar las bondades del medio ambiente en favor de
la mejoría económica sin desembocar inevitablemente en la
laceración de este.
Con
alevinaje sucedió una buena idea: la desviación del desagüe
industrial hacia un canal paralelo al curso del río, donde los
residuales reciben tratamiento hasta que se logra un agua con
parámetros de calidad aceptables para ser nuevamente incorporados a
la corriente. Gracias a esta solución Cangilones retrocede hoy, paso
a paso, las señas de destrucción de las décadas de yerro.
Otro
sitio de referencia para hablar de entendimientos entre industria y
natura es la UEB Charles Morell, que de ser la entidad más
contaminante en la parte alta de la Cuenca ha pasado a referencia en
el manejo responsable de sus residuos.
Esta
unidad de cría porcina que solía verter en el nacimiento del Máximo
cuenta en la actualidad con dos lagunas de oxidación
interconectadas, a donde van a parar a través de registros todos los
desechos generados por sus casi 2 000 animales. Allí se degrada la
materia orgánica por medio de un sistema anaeróbico, muy noble, que
reduce a su mínima expresión la carga del lugar.
El
cambio, favorable al manejo ambiental, ha sido también beneficioso
en materia de números. Basta con recorrer la instalación, ahora
favorecida por tecnología china de punta, y verla al tope de su
capacidad, en condiciones sanitarias óptimas.
Pendiente
queda a su treintena de trabajadores implementar un biodigestor que
saque provecho a los desechos sólidos generados por semejante
“población”; pero es loable el cambio dado de victimadores a
buenos vecinos, cambio que urge vigilar para que no surta jamás un
retroceso.
Beneficiar
la Naturaleza es beneficiar al hombre
La
tierra roja de La Gloria City es uno de las tantas heridas entre hombres y natura en la
Cuenca. Este pueblito remoto de la geografía norteña del Camagüey,, fue hace un siglo el fértil terreno donde radicó el primer intento de colonia de norteamericana en Cuba
Pero
pasó el tiempo y se olvidaron los sagrados respetos con la fuente de
toda aquella bonanza. A cien años de la prosperidad que alguna
vez hizo fe a su nombre.
La Gloria es algo más que suelos semi
áridos, por eso las
autoridades medioambientales de la provincia incluyeron dentro de sus
objetivos la reforestación y contención de la erosión de la Gloria
y para conseguirlo implementaron un proyecto pàra revitalizar
las condiciones agrícolas de la comunidad, que permita a sus propios
moradores devolver, mediante su trabajo, la salud a la tierra.
El
proyecto, premiado por su acierto por el
fondo de las Naciones Unidas, ha permitido implementar tres casas de
cultivos tapados de excelente factura para favorecer la producción de
hortalizas y vegetales y hoy surca a modo de canales la vida diaria
de los gloriteños, cuyas calles son invadidas poco a poco por las
tuberías plásticas de un sistema de riego que además de beneficiar
los cultivos fungirá como una suerte de acueducto comunitario.
Dos
ejemplos del agradecimiento del medio ambiente al buen trato que hoy
se intenciona son las fincas “La Caridad” y “La Deseada”, de
la CCS Camilo Cienfuegos, lugares donde la humildad del monte estalla
en buenos cultivos a pesar de tener la salinidad del mar a unos pocos kilómetros. En la segunda, con una parcela la familia de Edermi Ramos Díaz ha logrado en apenas
ocho meses entregas de frutas, viandas y hortalizas.
Triplicando
en hectáreas los resultados soñados al inciar la aplicación del
proyecto, La Gloria reverdece entre un rojo seco que parecía
insalvable, y todo ocurre porque hombre y naturaleza, fortuitamente,
se van poniendo de acuerdo.
Fotos Leandro Pérez Pérez
No hay comentarios:
Publicar un comentario