Albert
Einstein tenía razón, la muerte de las abejas amenaza la seguridad
alimentaria mundial. La crisis de las abejas ha sido tratada como un
asunto local hasta ahora, pero mientras que el índice de precios de
los alimentos de la Organización de las Naciones Unidas alcanza un
máximo histórico, se está volviendo urgente saber si la difícil
situación de las abejas pone en riesgo aun más nuestra seguridad
alimentaria.
Casi
un tercio de la producción agrícola depende de la polinización
animal, principalmente de las abejas. Estos alimentos proveen 35% de
nuestras calorías, la mayoría de nuestros minerales, vitaminas, y
anti-oxidantes, y las bases de la gastronomía. Sin embargo, las
abejas están muriendo – o siendo asesinadas – a un paso
alarmante.
En el
reportaje “Un mundo sin abejas”, transmitido por la televisión
española se indaga sobre algunas de las hipótesis de la
desaparición masiva de las abejas, animales clave en la
polinización, y que vienen cayendo poblacionalmente desde hace
décadas sin que nadie haya dado con la clave exacta de la causa de
este declive.
¿Sequias,
hongos, parásitos, pesticidas? ¿Todo junto?. En cualquier caso el
hecho es que ya no solo las abejas más famosas que forman enjambres
multitudinarios y nos dan múltiples bienes están desapareciendo,
sino que otras muchas especies, solitarias o cuanto menos más
desconocidas y discretas, van desapareciendo sin que nos demos
cuenta.
Los
apicultores tienen mucho que decir, y tienen una profesión preciosa
y muy maltratada. Esperemos que se encuentre alguna solución, no
podemos perder a las abejas.
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