“El 20 de diciembre de 2006, la asamblea general de las naciones unidas aprobó la resolución por la que se declaraba 2011 Año Internacional de los Bosques, con el objetivo de concienciar a la opinión pública de que los bosques son esenciales para la sostenibilidad del planeta debido a los beneficios económicos, socioculturales y ambientales que proporcionan”.
Esta noticia que le dio la vuelta al mundo, ha causado cierto escepticismo debido a la real utilidad de estos eventos, aunque muchos ecologistas esperan que al menos servirá para resaltar la importancia de los bosques, tanto por su valor intrínseco como por los servicios ecosistémicos tan importantes que generan y de los cuales dependemos.
Los bosques, que aun cubren más del 30% de todas las tierras del mundo, contienen el 90% de la biodiversidad terrestre conocida.
Aproximadamente el 60% de toda el agua del planeta proviene de áreas boscosas, mientras que se calcula que alrededor de 1.600 millones de personas dependen directamente de los recursos forestales para su supervivencia. Además, en el actual contexto de cambio climático, los bosques son esenciales para regular el clima, para conservar la biodiversidad y lo suelos, así como para asegurar los derechos y medios de vida de los pueblos dependientes de ellos.
Sin embargo, la transformación, explotación y degradación de los bosques siguen por senderos insostenibles que se convertirán en irreversibles a medio plazo. En las últimas décadas se sigue observando una elevada tasa de deforestación que hace que la disminución de la superficie de los bosques primarios siga siendo brutal, lo que junto a una degradación forestal constante por todas partes, hace que se esté poniendo en jaque a la biodiversidad forestal, tanto por cambios del uso del suelo, con fines urbanísticos y la intensificación agraria, como debido a una insostenible explotación forestal.
No por gusto los ecologistas instan a las administraciones competentes a detener el actual ritmo de deforestación, a la aprobación de planes forestales de gestión, a la coordinación de todas las políticas forestales, y a promover la certificación para la protección de sus bosques, sobre la base de dos principios esenciales, la sostenibilidad, entendida como la gestión y uso de los bosques de tal forma e intensidad que se mantenga la biodiversidad, productividad y por otra parte, la multifuncionalidad, principio por el que los terrenos forestales deben de cumplir en la medida de lo posible con sus múltiples funciones ambientales, ecológicas, protectoras y económicas.
DE ACUERDO AMIGO,TODOS DEPENDEMOS DE TODOS Y MAS DE LOS BOSQUES.
ResponderEliminar