Fotos: Dr. Roger Ramírez Pupo
Para la mayoría de los especialistas, una tormenta local recibe la clasificación de severa cuando viene acompañada de tornados, caída de granizos, trombas marinas, gran actividad eléctrica y vientos fuertes en rachas, que pueden sobrepasar los 100 kilómetros por hora. También en ocasiones producen intensas lluvias en poco tiempo.
Las TLS pueden ocurren a lo largo de todo el año, pero el periodo de máxima actividad se extiende de mayo a septiembre, es decir durante el verano. Sin embargo, históricamente las más destructivas suelen presentarse en el cuatrimestre febrero-mayo, casi siempre relacionadas con las líneas de tormentas eléctricas que preceden a algunos frentes fríos.
Otro detalle de interés es que la mayoría se forma en horas de la tarde, sobre todo entre la una y las seis, con excepción de la Isla de la Juventud, donde ocurren casi siempre de noche.
Las TLS son más frecuentes en las zonas llanas, y entre los lugares de mayor incidencia sobresale la franja comprendida desde la parte central de la provincia de La Habana, hasta Cienfuegos.
Dada la rapidez con que se forman, las tormentas locales severas son muy difíciles de vaticinar con suficiente tiempo. Con el objetivo de contribuir a revertir esta situación, un equipo de especialistas del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología, encabezado por la Máster en Ciencias Gisell Aguilar Oro, diseñó un sistema de expertos destinado a la predicción de condiciones atmosféricas favorables para la ocurrencia de TLS en cualquier parte del territorio nacional.
La atención meteorológica es una de las principales líneas de la ciencia cubana por sus aplicaciones a casi todas las ramas del desarrollo económico y social, de allí que cada día se amplien los conocimientos no solo para enfrentar los fenómenos naturales del clima, sino para aprovechar las ventajas que puedan aportar a la producción y el bienestar del pueblo.
Efectos de un tornado en la comunidad de Santa Teresa
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