El cambio climático y los murciélagos



 Según los expertos, el calentamiento global podría poner en peligro el futuro de un significativo número de especies de murciélagos. 
Estos animales ya han sufrido diversos trastornos debido a las alteraciones en el clima, como se deduce de un estudio publicado en la revista especializada Mammal Review.
  Los autores del reporte, de Reino Unido, aseguran que los efectos de estos cambios en la vida de los murciélagos son "alarmantes" y añaden que podrán ser aún peores a medida que suban las temperaturas.

La alimentación y reproducción podrían verse afectadas y el clima extremo y las enfermedades podrían tener a su vez un negativo impacto en muchas especies.
  Estos mamíferos son considerados muy importantes desde un punto de vista ecológico y económico, debido a su capacidad para diseminar las semillas de un gran número de plantas. 
Los investigadores Mathieu Lundy, Hayley Sherwin e Ian Montgomery, de la Universidad Queens de Belfast, Irlanda del Norte, estudiaron la literatura científica para buscar posibles impactos del cambio climático en distintas especies y hallaron numerosos ejemplos. 
"Los investigadores señalan que 38 de las 47 especies de murciélagos de Europa y América del Norte podrían estar amenazadas por estos factores" 
Uno de ellos es el impacto que tendría el cambio climático en la habilidad de los murciélagos para buscar alimento y agua. 
Los murciélagos, particularmente las hembras, tendrían que volar más lejos para poder encontrar dónde beber. 
 
Estos animales son más vulnerables a la deshidratación que otros mamíferos de tamaño similar, especialmente en áreas áridas, ya que no tienen dispositivos para retener el agua, la cual se evapora rápidamente a través de la gran superficie de sus alas.
 
Los murciélagos que cazan insectos en el aire también se verían forzados a realizar viajes más largos en busca de alimento.
 
A medida que las temperaturas se incrementan, los animales podrían despertarse antes de sus periodos de hibernación.
 
Algunas especies pasan menos tiempo en letargo, una forma de hibernación que les ayuda a conservar energía, cuando las temperaturas exteriores son más altas.
 
Pero a pesar de los efectos negativos, otros aspectos de la vida de los murciélagos podrían verse beneficiados.
 
 Aunque los expertos advierten que se necesitan más estudios, los autores de la investigación dicen que temperaturas más altas podrían beneficiar a la especie, permitiendo a las hembras dar a luz y destetar antes a sus crías, lo que les daría más tiempo a las madres para acumular reservas de alimentos.
 
Aunque los murciélagos pueden volar y por consiguiente son capaces de recorrer mayores distancias que otros mamíferos, el aumento de las las temperaturas podría también afectar su radio de acción.
 
En Australia, por ejemplo, una especie de murciélagos vive en los Jardines Botánicos de Melbourne, a pesar de que registros históricos señalaban que era un clima muy frío para ellos.
 
Para muchas especies que ya viven en latitudes y altitudes altas, el cambio climático podría dejarlas sin ningún lugar donde ir.
 
Fenómenos extremos provocados por el cambio climático, como una mayor frecuencia en las sequías o las olas de calor, podrían también acabar con poblaciones locales de murciélagos: más de 30.000 zorros voladores, una de las especies de murciélago de mayor tamaño, murieron durante 19 episodios de temperaturas extremas en Australia, según un estudio.
 
Lo peor de todo es que estos factores de riesgo pueden también actuar combinados.
 
Todas las especies examinadas por los investigadores, que ya están clasificadas como "casi amenazadas", "vulnerables" o "en peligro", podrían verse negativamente afectadas por el cambio climático, según los investigadores.

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